Estamos viviendo una nueva normalidad que de normal tiene muy poco, en realidad parece mas un cambio forzado y permanente de la forma en que habitualmente vivíamos. Ante la incertidumbre de como será en los próximos meses, y así, despertando el creativo adivino, pronosticador y guru del futuro, pues ahí todo cabe, no existe la certeza de que sucederá mañana.

Lo que nos queda es que siendo o no parte de la vida económica, tenemos, manejamos y compartimos información confidencial, y aunque hasta el momento la crisis es solo sanitaria, sabemos que no podemos bajar la guardia en cuanto a la seguridad de nuestra información. Pues ante todo el des aceleramiento, existen personas oportunistas que encuentran en las zonas vulnerables, el área de acción que daña y perjudica nuestro patrimonio e integridad. valiéndose de nuestros datos para hacer mal uso de los mismos.

Dentro de las lecciones aprendidas en esta pandemia, me queda el estar preparado, el prevenir, el plan B, el ahorro, el contemplar el imprevisto. Y todo lo anterior ronda a través de la SEGURIDAD, la seguridad de tener una cama disponible, recursos suficientes, salud necesaria, y ahí queda como pieza clave la protección de información confidencial.